jueves, 21 de abril de 2022

Estrategias para aprender a pensar lento

Herramientas para enseñar a pensar

Mira la imagen y contesta a la pregunta: ¿Cuál de las dos líneas rectas es más larga?



Si has respondido a que la segunda, te has equivocado, ya que ambas son iguales. Si aún dudas de que esa sea la repuesta correcta, 

Si has respondido que la segunda, te has equivocado, ya que ambas son iguales. Si aún dudas de que esa sea la repuesta correcta, puedes medirlas para comprobarlo

¿Y esto por qué ha pasado?

El motivo es que nuestro cerebro está acostumbrado a pensar rápido y busca trucos o atajos que le ayuden a evitar hacer el esfuerzo de pararse a pensar lento.

La razón de que a nuestra mente y, por descontado, a la de nuestros alumnos, no le guste gastar energía y busque esos atajos mentales, es que eso nos permite manejar la gran cantidad de información a la que nos enfrentamos cada día con pequeños “trucos”. Esos atajos de la mente, nos resultan muy útiles a todos nosotros y en general nos hacen la vida más fácil, sin necesidad de hacer un análisis en profundad y con detalle de la información, encontrando soluciones rápidas y eficaces a los problemas que se nos plantean. La cuestión es que nuestra mente evita el esfuerzo que implica hacer un análisis profundo y concienzudo de la situación y muchas veces tomamos decisiones erróneas de forma rápida.

¿Cómo piensan nuestros alumnos?

En el aula pasa lo mismo y nuestros alumnos escogen en muchas ocasiones la vía más fácil haciendo un procesamiento superficial o simplemente dando una respuesta rápida antes que una lenta, en la que haya que hacer un esfuerzo por analizar los datos. Y qué decir de la energía que implica atender, con lo fácil que resulta dejarse llevar por el ruido del pasillo o por ese compañero que está siempre hablando.

Por eso, nuestra labor debería ser descubrir esas barreras que están dificultando el aprendizaje, para aprender a pensar lento.

Estrategias para aprender a pensar lento

Qué duda cabe, como decía Seneca, que tener una buena tierra no implica tener una buena cosecha, y tener una alta inteligencia o unas buenas habilidades cognitivas no siempre implican que sepamos usar lo que tenemos. De ahí que sea de vital importancia enseñar a pensar de forma reflexiva analizando los procesos involucrados.

Enseñar a pensar, por lo tanto, implica ayudar a hacer visible lo que pasa por nuestra mente mientras se lleva a cabo una actividad, es decir, mientras se piensa en cómo hacerla, porque el visibilizar los pasos que se han de seguir ayuda a controlar los procesos y evita, no sólo que se siga un proceso equivocado, sino que se dé una respuesta antes de pararse a pensar cómo lo vamos a hacer.

Dos son las fases que usamos para visibilizar los procesos de pensamiento al resolver un problema:

1. Recoger en un soporte visual lo que pensamos y plasmarlo en un organizador (tabla, esquema…)

2. Recoger en una lista los pasos a seguir.

Para entender mejor estas estrategias de aprendizaje, nuestros alumnos te explican en  un video como han integrado esta técnica dentro de las actividades llevadas a cabo para aprender el pasado de los verbos básicos  en inglés. 







1 comentario:

  1. Muy interesante...gracias María por enseñar a aprender a nuestros niñ@s.

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